El tocador ha sido uno de los muebles más empleados para decorar los dormitorios de generaciones anteriores de clase media hacia arriba. Ninguna de las habitaciones de nuestros familiares podría prescindir de tal mueble, idóneo para contener todos los productos de belleza de la mujer y algunos, hasta disponían de cajones en su parte inferior para ofrecer un espacio de almacenamiento adicional y, aunque actualmente ha caído en desuso y ha perdido su verdadera utilidad en muchas ocasiones, sigue siendo uno de los componentes estrella para conseguir la armonía perfecta para nuestra decoración, aunque simplemente sea a modo de decoración. Existen auténticas obras de arte que acompañarían perfectamente nuestro estilo. Quizás, uno de los motivos por los que se ha dejado de implementar en muchas casas, haya sido por la falta de espacio, ya que cada día son más reducidas.

Hoy en día, este tipo de muebles ha conseguido amoldarse perfectamente a los nuevos diseños y necesidades de la sociedad actual, adquiriendo formas y medidas antes impensables. Por esta razón, y para los que dispongamos de un rinconcito donde colocar este mueble, vamos a proponer varios consejos sobre cómo y donde podrían encajar en nuestra habitación.
Lo primero que tenemos que saber es que no todos los tocadores tienen por qué conservar diseños y ornamentos de épocas pasadas, existen infinidad de modelos diseñados recientemente que te sorprenderán. Hay modelos tan diversos y distintos entre sí como los clásicos, barrocos, minimalistas, modernos, de forja o incluso plateados.
Por lo general, éstos siempre vienen bien como ornamento en nuestra habitación, donde podremos aplicarles nuestro propio toque personal, añadiendo algún florero, cuadros, espejos o fruteros. Siempre tendremos la posibilidad de personalizarlos si es que lo requiriesen para poder adaptarlos. En cuanto a su utilidad, siempre podremos guardar aquí todos nuestros productos de maquillaje o cuidados faciales y convertirlo en nuestro pequeño rincón de belleza, como antiguamente.
A continuación mostraremos varios de los tocadores más conocidos, hermosos y demandados:
El primero de ellos es el modelo Chelsea, con un característico diseño donde podremos contar con amplios cajones y un cristal de triple hoja, por lo que no será necesario decorarlo con más cristales ya que tendremos más que suficiente con este modelo. Las tonalidades idóneas para este diseño clásico son los pasteles y además, cuenta con una amplia tabla libre en la parte superior para poder darle un toque personalizado nuestro o simplemente utilizarla como escritorio.
Otro modelo a destacar es el Hampton, con unas líneas más modernas, aunque requiere de más espacio al contar con puertas a ambos lados de la zona central. Es muy característico ya que es uno de los primeros modelos en emplear el cajón semicircular. Su tonalidad más adecuada es el blanco, ideal para habitaciones claras y con una buena iluminación natural.
De diseño y tamaño similar al anterior, es el modelo Bedboard, aunque éste es más simple y en sus laterales se prescinde de puertas, dejando las cajoneras al aire. También es un estilo un poco más moderno, aplicable a estos tiempos sin necesidad de modificaciones y gracias a sus tres cristales no tendremos problemas de visión.
Aunque si lo que estamos buscando debe inspirar más tradición, el modelo Lilac será el más indicado. Su espacio es mucho más reducido ya que únicamente cuenta con un espejo ovalado en la parte central, con líneas clásicas y una altura reducida.
para mi juego de cuarto me gustaria un cheilon algo diferente a los comunes. gracias