En la actualidad, no es desconocido para nadie el impacto que tiene la música en los bebés, incluso antes de nacer, estudios como El Efecto Mozart y otras pruebas de inteligencia así como de desarrollo de la cognición se han llevado a cabo en personas de todas las edades, llegando a la conclusión de que nuestros hemisferios cerebrales son afectados de distintas formas por la música que escuchamos.
Si no lo has intentado, o si buscas enriquecer aun más este refuerzo de la crianza de los bebés a través de la música, de seguro en este artículo conseguirás información muy valiosa, hemos recopilado diversas opiniones así como el análisis de los distintos experimentos realizados para traerte un guía básica de cómo diferentes tipos de música pueden afectar a tu bebé y sobre todo por qué los sonidos de la naturaleza son los mejores para ayudarte a dormirle y establecer horarios de sueño regulares.
El Impacto de la Música en los Bebés
Todos nacemos con un potencial natural hacia la excelencia, con el pasar de los años por algunas razones que en su mayoría tienen que ver con el entorno, muchos de esos talentos se van desvirtuando hasta que los perdemos por completo.
Tal vez incluso tú seas una de esas personas que en la escuela obtuvo las mejores calificaciones pero en tu adolescencia tuviste un bajón muy significativo. También puede que seas del caso que de joven se te daba muy bien el dibujar e incluso usar un instrumento musical y, sin embargo, hoy en día no puedes reproducir con lápiz y papel una imagen de tu personaje favorito de la infancia; ni hablar de usar el instrumento.
Esto ocurre por la falta de desarrollar al máximo esas capacidades pero, por improbable que parezca, a través de la música podemos mantener viva la llama de esa inteligencia. El coeficiente intelectual y el coeficiente emocional. Nacemos con ambos en un estado muy puro y capaz de evolucionar enormemente y; la mejor manera de estimularlos es a través de la música.
Habrás escuchado más de una vez que la música es el lenguaje del alma. Y es cierto. Según el famoso Efecto Mozart ésta música beneficiaba a los bebés incluso desde el útero materno, pero no de cualquier manera: La música los volvía más inteligentes.
¿Cómo es esto posible?
Según los experimentos podría deberse a las frecuencias altas y a las pulsaciones por minuto las cuales estimulan al cambio el hemisferio derecho del cerebro que es donde se hallan las funciones espacio-temporales; volviendo al bebé más receptivo.
No toda la música de Mozart tiene este efecto, y otras piezas también lo producen; pero el estudio lleva ese nombre por ser el primero y el que mayor resultado positivo tiene, se deduce que es por las propiedades únicas de éstas melodías: armonía, precisión, sonidos puros, el tono, la métrica; etc. Las frecuencias simplemente logran activar nuestras neuronas influyendo en la concentración, la memoria, el proceso de aprendizaje y la atención.
A esta metodología se le conoce como «Método Tomatis» en honor a Alfred Tomatis quien desde la década de 1950 dedicó su vida a estudiar el efecto de la música en pacientes niños y adultos con discapacidades. Su trabajo fue alabado y reconocido por la Academia de las Ciencias y Medicina de Francia y hoy en día existen centros en EEUU, Europa y Latino América donde se aplica el tratamiento Tomatis. No sólo ya con Mozart sino también con música más contemporánea como la del músico griego Yanni, quien produce música ‘New Age’.
También existe el instituto M.I.N.D (The Music Intelligence Neural Development Institute) en el que pacientes con Síndrome de Down, Síndrome de Tourette, autismo, hiperactividad, dislexia; etc. Son atendidos siguiendo los lineamientos de los Doctores Rauscher y Shaw; en donde los niños entre 3 y 4 años muestran un incremento de los beneficios que tiene el efecto Mozart durante más de 24 horas luego de ser atendidos. La conclusión de ello fue debido a la plasticidad del cerebro.
Usando la música en nuestro bebé durante el embarazo
Ya desde las primeras semanas en el vientre, un bebé puede percibir las vibraciones sonoras. Pasado el quinto mes de embarazo, puede escuchar e identificar los distintos sonidos que provienen del cuerpo de su madre, las voces de los que se hallan alrededor conversando y también los sonidos del ambiente; música como la de Mozart lo hará calmarse mientras que la más bulliciosa, lo excitará; el bebé ya aprende, entiende y escucha.
La música que la madre disfruta el bebé también la disfrutará y le transmitirá bienestar; la relación íntima entre ambos se verá también beneficiada fortaleciendo la sensibilidad, su sistema nervioso, el desarrollo cognitivo, motriz y sensorial. Algo similar ocurre cuando escucha la voz del padre. Ya que, en medida que la madre se sienta segura y amada, el bebé interpretará también todas esas señales.
Los beneficios de la música en nuestro bebé luego de nacido
Según la Sociedad de Acústica de América, los bebés poseen la capacidad de recordar la música y de disfrutarla al igual que lo puede hacer un adulto. El tipo de estímulo que le demos a través de la música producirá un efecto diferente; por ello bombardear al bebé con las mismas nanas para dormir al pasar del tiempo puede que ya no sean útiles ¿Por qué? porque la monotonía aburre.
Canciones de letras sencillas que estimulan el contacto físico afectivo, canciones de animales divertidas con rimas, canciones de bailes que lo hagan reír y más, todas esas el bebé las asociará con alguien y algo en particular; pero caer en lo repetitivo sólo tendrá, con el paso del tiempo, que ya no surtan efecto.
No podemos olvidar que nuestro bebé está hambriento de cosas nuevas, por eso debemos estimular su curiosidad dándole a conocer todo tipo de melodías. Mientras ustedes como padres disfruten de un tema, el niño aprenderá a disfrutarlo también pues lo asociará con un ambiente de amor y afecto.
Esta preparación preverbal es lo que ayudará al bebé a poder hablar y comunicar sus sentimientos de manera armónica con sus palabras, pero para lograr un efecto de somnolencia que le permita al bebé desarrollar hábitos de sueño que se adapten a los de la vida cotidiana, también el lugar y el momento juegan un papel clave.
Usar sonidos de relajación, como las pistas que vienen en los Cd’s de sonidos de la naturaleza durante el embarazo, debe hacerse en esos momentos en los que la madre se dispone a dormir. Con todo lo que hasta ahora hemos analizado, sabemos que el bebé no sólo escucha los sonidos, también traduce las emociones a través del cuerpo de la madre. Si tú, como madre, durante el embarazo usas esa clase de «música» para relajarte y dormir y sobre todo si la disfrutas, cuando tu bebé nazca podrás seguir usando ésta música para crearle hábitos de sueño, calmar la ansiedad e incluso desacelerar su metabolismo.
El bebé asociará esa música con todas las emociones que sentía durante tu período de gestación. Existen productos que se venden a los nuevos padres para crear estos ruidos de ambiente pero no es necesario que los compres, ya que probablemente obtengas los mismos resultados dejando la puerta de la habitación del bebé entreabierta. En ese sentido, si tu bebé se queda dormido habiendo compañía, déjele dormir allí en lugar de llevarlo a un cuarto más callado.
Crear este entorno desde el principio ayudará también a que tu bebé pueda dormirse por sí mismo al recordar estos sonidos y sensaciones cuando apagues la luz. Recuerda que, contrariamente a lo que mucha gente piensa, no necesitas de silencio total para que tu bebé duerma mejor.
Referencias
Origen de las Canciones de Cuna
¿Qué sueñan los bebés?