Una buena fórmula para una dieta hecha en casa contiene una mitad de cereal o arroz y la otra mitad de carne, incluyendo grasa natural, con vegetales verdes o amarillos agregados a la hora de servirla. Como se pueden hacer a medida para cada perro, estas combinaciones serían ideales si no fuesen mucha molestia. Además de tomar más tiempo y molestias que los otros métodos, una dieta hecha en casa requiere conocimiento en nutrición canina.
Las sobras de la mesa son definitivamente insuficientes para las mascotas modernas que queremos que crezcan, no solo que sobrevivan. Esta suele ser la causa directa de la obesidad y de problemas de piel relacionados. Los perros con un inusual gran apetito o con una tendencia a la obesidad mantendrán su figura si aumenta la cantidad de vegetales a la siguiente proporción: un trozo de carne, un cuarto de cereales y un cuarto de vegetales. Los perros mayores pueden necesitar una reducción de proteínas para ahorrarle a sus riñones la tarea de eliminar nitrógeno.
Arme los menúes de su perro a partir de las comidas más recomendadas para caninos:
Bife: (molida o triturada para cachorros, en trozos para los perros adultos, ya sea cruda o cocida. Los perros prefieren su carne un poco dura, y necesitan la grasa que se puede encontrar en los cortes más baratos).
Carne de cordero.
Pollo.
Carne de caballo.
Ojo de bife y riñones.
Bife de hígado (no más de una vez a la semana, ya que más seguido puede causare heces blandas.
Huevos, duros o revueltos (la yema puede ser servida cruda, pero no la clara, pues en estado crudo destruye la biotina, una útil vitamina que se encuentra en los intestinos de los perros).
Arroz, de maíz entero, cebada, avena o alforfón.
Galletas de trigo o tostadas.
Zanahorias (cocidas o crudas, ralladas y mezcladas con el resto de la comida o enteras para masticar).
Porotos verdes, espinaca (triturada o hecha puré).
Queso blanco grumoso (excelente para los cachorros recientemente destetados).
Quesos naturales no fermentados, como queso suizo, queso Edam y peras.
Por otro lado, ciertas comidas deben ser consideradas tabú:
Pan blanco comercial.
Repollo (puede causar flatulencias y es difícil de digerir).
Papas (difíciles de digerir y no muy nutritivas).
Vegetales almidonados, como porotos secos.
Platos picantes con salsa.
Clara de huevo cruda.
Queso procesado.
Cerdo (salvo que sea magro, esté bien cocido, y se lo sirva infrecuentemente).
Pescado crudo.
Fiambrería.
Pollo deshuesado, conejo o pescado.
Torta y dulces.
Bebidas alcohólicas.
Chocolates de cualquier tipo.
Cualquiera sea el método que elija para alimentar a su perro, manténgalo. Una vez que se haya acostumbrado a una cierta dieta, se molestará por cualquier cambio repentino. La molestia a menudo toma forma de constipación si cambia productos preparados por productos frescos, y el caso opuesto es la diarrea. Si un cambio es necesario, hágalo gradual mezclando lo viejo con lo nuevo hasta que su cuerpo se adapte al cambio.