Hay un número de razones que dicen que el ejercicio, particularmente si se realiza a la hora indicada del día, se considera la ayuda más positiva para el sueño en los ancianos.
Ninguna de ellas sin embargo, es más significante que el hecho de que el ejercicio es una forma completamente natural de ayuda.
Pero antes de discutir el por qué el ejercicio es tan buena ayuda, es importante que examinemos la definición de insomnio y la razón por la cual la persona sufre esta aflicción.
¿Qué es el insomnio?
En su nivel más básico, el insomnio se define como una dificultad para dormirse o quedarse dormido, o experimentar sueño que parezca inadecuado o fallo de producir el sentimiento de frescura que el sueño normal provee, a pesar de la longitud del tiempo que se pase haciéndolo.
El insomnio no se considera una enfermedad, sino más bien un síntoma de distintas causas. Entre las distintas cosas que pueden llevar al insomnio, los médicos notan que los desórdenes físicos, el beber grandes cantidades de alcohol por la mañana, los problemas emocionales y el estrés son las principales.
La investigación también ha mostrado que algunas veces la falla de sueño simplemente se debe a la falta de fatiga.
Algunos estudios de interés:
Es importante notar que la dificultad de dormir es común entre todos los grupos de edad, desde los más jóvenes hasta los ancianos. La información indica que cerca del 10% de los adultos tienen brotes regulares o crónicos de insomnio.
¿Cómo nos puede ayudar el ejercicio?
Debido a que el ejercicio afecta al cuerpo de tantas maneras positivas, es claro que la opción más natural para ayudar tiene que ver con las cuestiones del sueño.
El ejercicio regular primero ayudará a cansar al cuerpo físicamente, asegurando una forma natural de fatiga que el cuerpo responderá con la necesidad de irse a dormir. La única consecuencia negativa de hacer ejercicio por la noche es que se puede estimular al corazón y al cerebro demasiado antes de irse a dormir. Este ejercicio ha dejado a la gente despierta.
Es decir que el ejercicio regular es importante para la salud en general, incluida la calidad del sueño. En los adultos mayores, un sueño deficiente puede provocar una serie de problemas de salud, como enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes.
Se ha demostrado que el ejercicio mejora la calidad del sueño en las personas mayores al reducir los niveles de estrés y mejorar la calidad de vida en general. El ejercicio regular también ayuda a regular el ciclo natural de sueño-vigilia del cuerpo, que puede verse alterado a medida que envejecemos.
Así que si está buscando una forma de dormir mejor, considere la posibilidad de empezar una rutina de ejercicio regular. No sólo le hará un favor a su cuerpo, sino que también conseguirá ese importante sueño que necesita para mantenerse sano y feliz.
Recetas para una buena noche de sueño
Hay algunas recetas para dormir bien que los mayores pueden seguir. Una de ellas es establecer un horario de sueño regular y atenerse a él en la medida de lo posible. Esto significa acostarse y despertarse a la misma hora cada día, incluidos los fines de semana.
Puede ser útil crear una rutina para acostarse que relaje el cuerpo y la mente, como leer o darse un baño. Evite la cafeína y el alcohol antes de acostarse y asegúrese de que el entorno para dormir es oscuro, tranquilo y fresco.
El ejercicio también es beneficioso para mejorar la calidad del sueño, así que intente realizar alguna actividad física con regularidad. El ejercicio aeróbico es el mejor tipo para promover un mejor sueño.
Caminar, nadar o montar en bicicleta son buenas opciones. Si te cuesta conciliar el sueño, date un baño o una ducha caliente. El calor relajará tus músculos y te quedarás dormido más rápido.
También debes evitar utilizar la cama para otra cosa que no sea dormir. Si tienes un escritorio en tu dormitorio, ponlo en otra habitación. Y no utilices la cama para actividades relacionadas con el trabajo. Si tienes que hacer papeleo, guárdalo para que no lo veas cuando te vayas a la cama.
Estrategias para relajarse antes de irse a dormir:
Antes de irse a dormir, es importante que relaje su cuerpo y su mente. Hay algunas cosas que puede hacer para ayudar a relajarse:
1) Tome un baño o ducha caliente antes de acostarse. El calor le ayudará a relajar sus músculos.
2) Escuche música tranquilizadora o lea un libro antes de acostarse.
3) Pase tiempo al aire libre en la naturaleza. El aire fresco y el entorno natural le ayudarán a relajarse.
4) Practique yoga o meditación antes de acostarse. Estas actividades le ayudarán a despejar su mente y a relajar su cuerpo. El ejercicio es otra forma de ayudarle a relajarse antes de acostarse. El ejercicio libera endorfinas, que pueden hacer que se sienta relajado y feliz. También ayuda a mejorar la calidad de su sueño. Si tiene problemas para dormir, intente añadir algo de ejercicio a su rutina diaria. Unos minutos de ejercicio aeróbico o de estiramientos pueden ayudarle a dormir bien.
Es importante encontrar actividades que le funcionen y le ayuden a relajarse antes de acostarse. Experimente con diferentes cosas hasta que encuentre algo que le funcione mejor.
Seguir estos consejos debería ayudarle a mejorar su calidad de sueño y asegurarse de que se despierta sintiéndose renovado cada mañana.