Si usted no es un simple aficionado, entonces bien debe saber ya que, los cigarrillos o más precisamente, los puros, son un bien sensible que combinan naturaleza y cultura; y por ende son necesarios los buenos humidificadores.

Hechos a mano, es esa la principal características de los mejores puros del mundo, desde el momento de su cultivo hasta que son entregados al consumidor; si los cigarrillos son tratados con tanto cuidado; es responsabilidad del fumador entonces almacenar el producto poniendo en esa tarea el mismo nivel de dedicación.

Es allí cuando entra el humidor o humidificador en la caja donde es almacenado el producto. De ellos depende el buen envejecimiento de los puros y un ambiente tanto seguro como óptimo.

Incluso para una colección pequeña, la humedad debe ser regulada. Dependiendo del clima en el cual usted viva puede haber suficiente humedad en el aire del cuarto. No obstante, el envase cerrado también debe tener las condiciones correctas.

El Mejor Humidor para Puros

Aunque a continuación ahondaremos el tipo de humidor que es usado para almacenar correctamente las colecciones de entre 25 y 30 cigarros, tenga en cuenta que existen humidores para hasta 100 cigarros. Los puros o habanos, como usted mejor los conozca, a tan gran cantidad dentro de una misma caja, requieren una atención mucho más responsable y dedicada de su parte.

Aunque nada se compara con los sistemas diseñados para trabajar en aquellos cuartos que mantienen frescos miles unidades de este producto.

Para estas grandes colecciones (aquellas que utilizan habitaciones enteras) se requiere un humidificador bastante más grande. Estos generalmente se enganchan a una fuente de agua continua, como lo haría con un calentador de agua.

Y, de la misma manera en que usted abriría el grifo de su cocina, dispondrá de un poco de agua cuando note que los niveles de humedad del ambiente son demasiado bajos para los cigarros. Estas bombas eléctricas usan un filtro HEPA que actúa como un purificador interno.

Principales Características del Mejor Humidor

Una caja para puros debe garantizar la existencia de: entre el 68% y el 74% de humedad relativa. Un estuche de puros de alta calidad y categoría dispone un interior hecho a mano que, por lo general; está tallado en madera de cedro; esto se debe a la gran capacidad que tiene para absorber la humedad.

¡Desde este punto puede usar su olfato para determinar la calidad de la madera de su humidor!

Los mecanismos de humidificación simple se constituyen principalmente por elementos de absorción mientras que los más sofisticados se basan en polímeros actínicos.

En todo caso, el verdadero humidificador de calidad debería estar activo de manera constante, por ello, la mejor opción es agregar un humidor electrónico.

¡El hidrómetro es muy importante!

Los mejores hidrómetros, es decir, los más precisos en sus lecturas; son los famosos hidrómetros de pelo. Aquellos que se componen por un mecanismo de pelos sintéticos y que, sólo por ésta cualidad, ofrecen una lectura real en todo momento.

Calibrando el Humidor

Si hablamos de un humidor simple entonces el proceso es el siguiente:

Materiales

Servilletas de absorción gruesas.
Un plato hondo con un poco de agua destilada.

El proceso de calibración es muy sencillo, lo único que debe hacer es sumergir el humidor boca abajo dentro del agua que debe ser pura, no clorada.

Por lo general, estos humidores vienen imantados y así adjuntados al interior de las cajas de cedro; basta con retirarlos y entonces se procede al proceso de remojo el cual ha de ser breve. Se debe secar con mucha dedicación el humidor una vez se ha pasado por el agua.

¡Es muy importante que, antes de colocarlo nuevamente en la caja, el humidor no gotee!

NOTA: Este proceso de inmersión debería durar 5 minutos.

Mientras que el humidor se seca completamente, con las mismas servilletas ya húmedas se procede entonces a envolver en ellas el hidrómetro.

La lectura idónea que se debe buscar es de unos 90 o tal vez 100, pero esto es sólo al inicio y; según la calidad de los puros e incluso las indicaciones singulares de la caja, dicho valor podría variar. Sin embargo, por norma general; el tiempo que el hidrómetro debe permanecer envuelto son 3 minutos.

Durante este lapso de espera, si dicha caja puede almacenar 25 o 30 puros, la forma correcta de comenzar el proceso es retirando de 5 de ellos el celofán.

El objetivo de esto es que; los cinco puros que usted se fumará en el transcurso de la semana o el mes sean impregnados completamente por el cedro.

NOTA: El hidrómetro debe ser colocado sobre la servilleta húmeda boca arriba durante el período de tres minutos antes mencionado.

Las Mejores Cavas de Puros

La cualidad signatura de las mejores cavas es que poseen unas rendijas especiales para la mejor circulación del aire que, a su vez, funcionan también como aseguradores para los otros niveles en los que se colocan varios cigarrillos.

La idea principal tras ésta innovación de las marcas con mayor trayectoria es preservar en cada rincón de la cava los mismos niveles de humedad; así como también proporcionar a la vista una correcta presentación puesto que, una cava puede y debería; contener distintos puros en diferentes presentaciones de tamaño.

¡Sin que dichas presentaciones se vean desorganizadas o mezcladas!

Secretos Previos al Almacenaje

Muy pocas personas saben “curar” la cava de puros, no obstante, dicho proceso que ahora le compartimos; le ayudará a conservar de una manera más óptima sus distintos cigarrillos dentro de ella.

Para hacerlo usted sólo debe usar agua destilada y, con un paño suave de gamuza, humedecer todas las paredes internas de la cava así como también los distintos niveles y separadores de puros internos.

Una vez realizado este procedimiento que le tomará como máximo cinco minutos, coloque el vaso con el agua destilada dentro de la caja de cedro junto a todos los niveles y separadores y ciérrela. Simplemente debe dejarla así por tres días.

Es un proceso que le ayudará a crear el ambiente idóneo para los puros y; aunque los humidificadores e hidrómetros vienen calibrados, por lo general las cavas no vienen curadas.

Los hidrómetros de mejor calidad deben ser calibrados con un proceso más minucioso que el previamente mencionado.

Aunque por lo general vienen ya calibrados, como invertirá tres días en curar la caja; podría aplicar dicho procedimiento.

Para ello llene un pequeño vaso con sal (puede ser un vaso destinado para tragos de tequila) y humedezca con unas cuantas gotas de agua.

Luego proceda a encerrar el hidrómetro boca arriba dentro de un recipiente hermético junto al vaso con la sal por ocho horas. Pasado este lapso de tiempo, la lectura del hidrómetro (si es de pelo) será de unos 75%.

NOTA: De no conseguir la lectura ideal entonces gradúe el tornillo en la parte posterior del hidrómetro hasta llegar a 75%.

Tenga también en consideración que, la caja o estuche donde se almacenan los puros, debe cerrar perfectamente.

Cualquier abertura ocasionará pérdidas de humedad, por lo tanto; verifique siempre la calidad de las bisagras al momento de adquirir la caja.

Mientras más robustos sean los goznes, más duraderos serán.

El material de los goznes es en extremo importante; recuerde que no estarán luchando principalmente con el uso, sino contra el tiempo. Por ello, si en verdad quiere la mejor opción; entonces busque aquellas cavas de puros que utilizan oro en sus bisagras.

Cómo última nota, no olvide que la temperatura a la que deben estar almacenados los puros no debe superar los 22 Cº y, por lo menos dos veces a la semana deben ser aireados; aunque bajo las condiciones correctas de humedad pueden dejarse envejecer encerrados de por vida.

Todos los factores antes mencionados son los realmente importantes a la hora de seleccionar su nuevo humidor; por lo que, más allá del tamaño o el diseño, verifique siempre éstas normativas adicionalmente a las especificaciones técnicas propias particulares con las que venga su humidor.

A continuación le presentamos una galería de los distintos diseños que podrá conseguir en el mercado, más allá de su uso práctico, pueden llegar a ser una importante pieza decorativa en la sala de lectura o en una vitrina de esquina.