Secretos para enseñarle a un niño a caminar en forma efectiva

El ejercicio es esencialmente importante para la salud del infante. Su primera ejercitación será, obviamente, en los brazos de su niñera. Luego de un mes o dos, cuando empiece a dormir durante el día, disfrutará de rodar y patear en el sofá, además usará sus miembros libremente, y esto, junto con llevarlo al aire fresco, es todo el ejercicio que requerirá en este periodo. Cada tanto, sin embargo, el niño tratará de caminar y llorará al caerse. Es importante que ninguno de los planes hechos para enseñarle a caminar a un niño sean adoptados, como el carrito, las cuerdas guía, etc. Su tendencia puede confundirlo y puede aplastar su pecho, confinar sus pulmones, distorsionar la espina y deformar las piernas, entre otros males que pueden generar estas prácticas para la seguridad del niño. Esto se explica por el hecho de que el hueso en la infancia es notablemente más suave y flexible, y si se lo sujeta prematuramente a llevar el peso del cuerpo, pueden ser de la misma manera en que un elástico cede debajo de una pesa. Como consecuencia natural el cuerpo quedará distorsionado y encorvado.

Es muy importante y necesario que la joven madre con experiencia tenga en cuenta estos hechos, ya que los esfuerzos tempranos del pequeño para caminar son naturalmente vistos por ella con mucha dulzura. Por esto, tal vez opte por alentar al niño con distintos métodos, sin tener en cuenta los efectos negativos que puede llegar a tener en el niño.

Es importante remarcar que si se nota una distorsión o deformidad tempranamente, se puede corregir, hasta después de que se haya generado la curvatura. Se puede remediar usando aquellos métodos que pueden darle fuerza al marco de la postura y promover la salud general del niño (un baño frío o un baño de esponja con agua salada podrá tener grandes efectos). Es esencial amamantar al niño también. Además se debe evitar para siempre la causa original de la distorsión sin permitirle al niño pararse. La única manera de lograr esto último es poniendo ambas piernas dentro de una gran media. Esto podrá remediar este problema mientras, al mismo tiempo, no anula el movimiento de los músculos de las piernas. Luego de unos meses de usar este plan, se encontrará con que los miembros no estarán más deformados, y que los huesos habrán adquirido su firmeza, mientras que los músculos se habrán fortalecido. En esta etapa se le puede permitir al niño ponerse de nuevo de pie sabiendo que está libre de riesgos.

La mejor manera de enseñarle a un niño a caminar es dejando que se lo enseñe él mismo, cosa que lo hará a su debido momento. Primero gateará, ejercitando cada músculo del cuerpo, sin fatigar al niño, sin poner peso sobre los huesos, pero proporcionando vigor y fortaleza. Luego de un tiempo, cuando gane fuerza, querrá hacer más. Tratará de pararse en dos pies apoyándose en una silla, y aunque falle una y otra vez, perseverará hasta lograrlo. Haciendo esto primero, aprenderá a levantarse del piso. Además, aprenderá a pararse, aunque tenga que usar un punto de apoyo. Luego se empezará a balancear sin agarrarse de nada hasta que, orgulloso y contento, demuestre que puede pararse sólo. Con un poco de miedo de mover sus miembros sin soporte, lo hará cerca de una silla o de algo de lo que pueda agarrarse, hasta que se atreva a salir de los límites de los objetos. Esta pequeña aventura será repetida día tras día con un aumento de la excitación hasta que, luego de numerosas pruebas, tendrá la suficiente confianza para balancearse y correr sólo. Debe permitir que este proceso de auto enseñanza se complete, mientras que los músculos y los huesos se vayan fortaleciendo hasta poder sostener el peso del cuerpo.