Niños

Construyendo con la educación la personalidad del niño

Aunque todos en algún momento hemos escuchado o dicho la frase “Debes tener personalidad”, sin embargo; ¿sabemos exactamente lo que esto quiere decir? Lo cierto es que algunas personas aún siguen intentando descubrirlo, pero ¿por qué sucede eso? Pues porque muchos padres desconocen la importancia de su rol a la hora de construir con la educación la personalidad del niño.

La personalidad de un individuo está en constante evolución, así mismo sucede con su carácter, no obstante; las bases de esa personalidad y carácter vienen dadas en los primeros años de vida, llegando hasta la pre adolescencia. Y los padres deben entender que estas enseñanzas no son deber ni responsabilidad de las guarderías, escuelas o de la sociedad; al menos no debería dejarse a la suerte de estos tres factores externos los primeros años.

Es a través de una buena educación que nosotros, como padres; podemos forjar las bases para que nuestro hijo tenga una personalidad sana, que le garantice una oportunidad de ser feliz más adelante. Por eso, hoy en Visita Casas queremos enseñarte qué es lo que deberías hacer para garantizar que esto suceda.

Entiendo que Educación no es lo mismo que Instrucción

Antes de entrar en materia como tal, es necesario hacer un paréntesis para dejar en claro que: la educación no es lo mismo que la instrucción. Es decir; lo que se supone que nuestros hijos van a aprender en sus clases, no es lo mismo ni sustituto de lo que deberíamos estarle enseñando en casa.

Nuestros hijos van a clases para instruirse a nivel académico, aprender normas cívicas y desarrollar hábitos de estudio; también aprenden a desarrollar sus habilidades sociales y, en líneas generales, aprenden cómo funcionan las cosas y el mundo.

Por ello, puede resultar algo confuso tanto para los padres como para los profesores que, esta rutina diaria no es educación; después de todo estamos “educándonos” como individuos. Sin embargo; la definición correcta sería que estamos formándonos como futuros profesionales.

Y es que absorber y absorber conocimiento sobre cómo funciona el mundo y cómo funcionan las cosas, no es lo mismo que descubrirnos a nosotros mismo y nuestro lugar en la sociedad. Esa realización interna es lo que se traduce en el desarrollo de la personalidad y la formación del carácter; y sólo se logra correctamente a través de una buena educación inicial en casa.

¿Cuándo entonces estás construyendo con la educación la personalidad del niño tú como madre o padre?

Los padres aman a sus hijos de la forma correcta cuando muestran interés en su crecimiento y en el proceso de aprendizaje. Tomarte el tiempo de enseñarle a tu hijo nuevas cosas, ya sea aprender a caminar, o a gatear, o a decir su primera palabra.

Desarrollar una base y una confianza con el niño para que sepan que alguien se preocupa por sus cosas más que nada en el mundo. Es allí donde comienza la verdadera educación; pues estamos enseñando el sentimiento y/o emoción más grande que existe: el amor.

Se trata de no ser egoísta y llenar siempre que se pueda la vida del niño de diversión, seguridad y amor. Y es que son estos primeros años los que determinarán la forma en que el niño, cuando sea adulto; perciba al mundo. Pues todos nos olvidamos que, la forma en que construimos nuestros recuerdos cuando somos adultos, es totalmente diferente a cuando somos niños.

Como adultos tenemos muchas cosas de qué preocuparnos. La alimentación, las deudas, el trabajo, el matrimonio; todas esas cosas sumadas a las muchas experiencias que hemos vivido, afectan la forma en que construimos los recuerdos. Si no se trata de algo realmente relevante, es muy poco probable que lo retengamos o que le demos mucha importancia.

No obstante, para los niños no es así. Cada evento suele ser relevante, todo debido a que en su mayoría se tratan de experiencias nuevas. Muchas de sus acciones están impulsadas por la curiosidad; pero la gran mayoría de las veces antes de actuar buscan la aprobación en esa persona a la que respetan y admiran. Ya sea siguiendo un ejemplo o simplemente con la frase “mira mamá/papá” es en esos momentos que brindamos o no nuestro apoyo donde se construye la personalidad.

¿Qué debes hacer para mejorar la educación que le das al niño y así ser una influencia positiva en el desarrollo de su personalidad?

Aunque no hay una fórmula para criar a la persona con el carácter y la personalidad perfectos pues, estos también son influenciados por los genes; sí existen ciertos momentos claves en el día a día donde la educación y nuestras acciones juegan un papel muy importante.

Recuerda en todo caso que los siguientes enunciados no son un manual de crianza perfecta; pero sí se trata de una gran guía que incluso harán de ti una mejor persona y un mejor padre/madre.

Deja que se arriesgue

Siendo tan jóvenes y tan curiosos, restringir la curiosidad de nuestros hijos es uno de los mayores errores que podemos cometer; sin embargo, lo que sí podemos hacer para ayudarlos es permitirles tomar los riesgos que son buenos.

Una persona que es capaz de buscar y conseguir la solución a un problema es lo que se conoce como un adulto de éxito. Pues más allá del optimismo, existe la capacidad de convertir la situación negativa en algo positivo.

Cuando un niño sabe que tiene la libertad de elegir, desarrolla una fuerte confianza en sí mismo; incluso si su elección le causó un problema, como padres lo mejor es alentemos a lidiar con las consecuencias de sus actos.

La clave está en saber controlar esos riesgos que toman, para evitar que las consecuencias sean catastróficas, motivo de traumas o irreversibles.

Enséñale a valorar el esfuerzo a largo plazo

Un niño malcriado tiene como una característica principal sentir que todos le deben algo, que siempre puede conseguir lo que quiere cuando quiere. En un futuro, un niño con ese tipo de personalidad podría ser violento e incluso autocompasivo/depresivo. Para evitar que eso ocurra, lo mejor que podemos hacer es enseñarles el valor del esfuerzo. Desde ahorrar una moneda todos los días, hasta conseguir un trabajo para hacer su propio dinero.

Los frutos de un esfuerzo prolongado generan adultos responsables en sus hogares y con visión. Pequeños tratos como:

“Dejaré este chocolate aquí, si no te lo comes; luego de almorzar podrás tomarlo y te daré otro más”

Son este tipo de concesiones los que nos pueden ayudar a mejorar sus hábitos alimenticios y enseñarles que; controlarse y ser pacientes trae grandes frutos positivos a largo plazo.

Disciplínalo incluso en público

Muchos padres suelen utilizar la frase “¡Compórtate que me avergüenzas!” a lo que en Visita Casas nos preguntamos ¿Acaso tu hijo te resulta una vergüenza?

Reprimir un comportamiento de una forma pasivo-agresiva o peor aún, ignorar ese comportamiento como si no estuviera pasando; ambas opciones son incorrectas y envían un mensaje negativo al niño.

Disciplinarlos en público cuando cometan una falta o cuando se comporten indebidamente, les hará entender que tu compromiso como padre es 24/7 y, por lo tanto; su compromiso hacia ti y las demás personas debe ser igual de constante.

¡OJO! Cuando hablamos de disciplinar; en ningún momento nos estamos refiriendo a la violencia física. La disciplina suele ser un enfrentamiento de caracteres o un debate entre las personalidades; el más fuerte no es quien gana, gana el que tiene la razón. Sin embargo, es importante saber plantarle cara a un niño.

Siempre educa a través del ejemplo

Debes ser coherente con lo que dices, lo que le exiges y con lo que eres. Recuerda que los que eres es a lo que el niño más le presta atención. En un principio, los niños no tienen una muy buena capacidad para discernir lo bueno de lo malo; aunque genéticamente no estamos predispuestos a dañar a nadie.

Sin embargo, para tener la respuesta definitiva, los niños se guían por el ejemplo. Si le exiges a tu hijo que no mienta; pero cuando alguien llama a la puerta un domingo le pides que atienda él y diga que no estás

¿Qué clase de educación crees que le están dando?

La coherencia entre lo que le pides que sea y lo que tú eres como su principal modelo a seguir debe existir en todo momento. Si ese no es el caso, entonces el niño desarrollará una personalidad errática; la consecuencia de este escenario es lo que resulta cuando un niño hace algo malo y los padres simplemente no pueden creerlo.

No conocer las posibilidades del comportamiento de un niño, siendo nosotros sus padres; es una muestra clara de falta de coherencia en la educación.

Enséñalo a de construir sus emociones

Los niños, al ser receptores tan sensibles del entorno que los rodea; están constantemente expuestos a todo tipo de emociones que desencadena un comportamiento. Un ejemplo claro de cuándo los niños toman noción de esto es cuando son bebés; un bebé que comienza a comprender que cada vez que llora durante la noche será socorrido por mamá o papá, es un bebé que ha de construido una emoción.

Este ejercicio es la mejor manera de entrenar la empatía de los niños. Un niño con una alta empatía y un concepto claro de lo que es bueno y lo que es malo; sabrá cuál es la mejor forma de actuar ante una emoción que se manifiesta dentro de sí o que otra persona manifiesta.

Ayúdalo a entender por qué a veces siente celos y cómo fue que llegó a ese punto; de esa forma, cuando vuelva a sentir celos u otra emoción negativa, sabrá cómo lidiar con ella y controlarse.

Pero lo mejor de todo es que, al desarrollar su empatía sabrá cómo ayudar a otros a lidiar con sus emociones y; en caso de no poder hacer nada al respecto, al menos sabrá cómo y cuándo distanciarse de alguien que se ha dejado devorar por una emoción negativa.

Aliéntalo a seguir sus intereses

La mejor forma de asegurar que tu hijo tenga su propia personalidad única y que sea un individuo seguro de sí mismo es: alentándolo a hacer lo que le apasiona.

Muchos padres intentan abarcar demasiadas cosas, otros tanto anhelan que sus hijos no comentan sus errores y completen sus sueños; lo cierto es que ambos se equivocan.

Si quieres que tu hijo tenga su propia personalidad, no le hagas vivir la vida que no pudiste vivir. Tampoco lo critiques por haberse equivocado allí donde tú te equivocaste; para él o ella, muchas de esas experiencias son nuevas.

Además de que existe la posibilidad de que su admiración hacia ti sea tan grande que quiera seguir tus pasos, eso significa que se tropezará; pero aun si se equivoca recuerda esto: ha descubierto una forma de no llegar, por eso decimos que de los errores se aprende.

Déjalos cometer sus propios errores, aunque te veas reflejado en ellos; y trata siempre de guiarlos por el mejor camino que tu experiencia te dicte que lo guíes.

Referencias:

Cómo se forma la personalidad del niño

Niños, desarrollo y educación. Inteligencia, personalidad 

Personalidad de los niños, clave para la educación

Todas las imágenes son cortesía de: pixabay.com

Sobre el autor

Nilda Nora

Soy Nilda Nora y me gusta escribir sobre decoración de interiores. Si quieren contactarme o tienen alguna consulta que hacerme, aquí debajo tienen mis redes sociales.

  • sin duda, la niñés es la etapa mas importante donde se debe de fortalecer el desarrollo de la personalidad……..cuan grande es mi sacrificio y a beses me parese imposible formarme una personalidad sólida hoy q ya estoy grande .

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