El papel pintado fue uno de los elementos decorativos indispensables en las antiguas casas, hasta hace más bien poco, el papel pintado ha ido perdiendo seguidores ya que suele resultar más practico pintar en muchas ocasiones, aunque eso no quita que siga siendo una de las opciones más firmes y tenidas en cuenta a la hora de diseñar los dormitorios y como todas las modas van y vienen, el papel pintado siempre tendrá su sitio reservado en la decoración de interiores.
Si hemos decidido colocar papel pintado en nuestra habitación, debemos de hacerlo con cautela, ya que antes de nada habrá que valorar bastantes características de nuestro dormitorio como del propio papel, sobretodo el color que elegiremos. Ésta es una muy buena forma de cambiar totalmente la imagen que antes teníamos, por lo que dotará al cuarto de una mayor personalidad.
Es muy fácil de aplicar ya que no requiere de ninguna ayuda especializada y los diseños que hoy en día se fabrican simulan verdaderas obras de arte; hay opciones sobre toda la paleta de colores conocida, dibujos y también cenefas, simplemente tendremos que escoger el que más nos guste y también, el que más cumpla los requisitos para poder ofrecer el ambiente que buscamos. Uno de los usos más frecuentes con los que es utilizado, es para preservar las paredes cuando tenemos niños pequeños, ya que es sabido que pueden hacer alguna de las suyas, y otro motivo es para cubrir posibles desperfectos que ya había anteriormente en la pared. Otra de las opciones por lo que se emplea es para ofrecer sensaciones de amplitud o recogimiento, ya que cada tipo de papel puede expresar un sentimiento distinto.
Dentro de los distintos diseños, podremos elegir entre colores oscuros o suaves, con estampados o dibujos gigantes y tonos vivos o apagados, pero no siempre tenemos por qué decorar el mismo muro si únicamente lo que nos interesa es la cenefa que contiene en la parte central. Aquí es donde empieza nuestra creatividad y podremos adquirir solo alguna cenefa para posteriormente poderla adherir a la zona que más nos interese de la pared.
Hoy en día, una de las técnicas más empleadas consiste en decorar con este papel una de las cuatro paredes del cuarto, ya que de esta forma se consigue centrar la atención en aquella zona que creemos que debe ser observada, bien sea por una decoración especial o por estética pura. En muchas ocasiones, los motivos que dispone el papel, pueden llegar a cansar debido a su repetición continua, por lo que si tenemos la oportunidad y nuestra decoración lo permite, podríamos adquirir alguno que no tuviera los dibujos tan juntos para así ofrecer una sensación del espacio menos reducida y monótona.
Evidentemente, para este tipo de papel que decorará las paredes, habrá que tener en cuenta el efecto que presentará con luz diurna y eléctrica, por lo que es recomendable traer muestras como si de pintura se tratase e ir comprobando cual queda mejor en la pared. Otra opción consiste en realizar nuestro proyecto por medio de algún programa informático que nos permitirá ver cómo quedaría nuestra habitación con dicha combinación.