Decoración de exteriores

Instalando un toldo en el jardín

Cuando decidimos colocar un toldo en nuestro jardín, éste debe de cumplir una serie de requisitos y características que satisfarán nuestras necesidades. Pero no podemos elegir el que más nos guste sin tener en cuenta aspectos como su diseño, color o tamaño, ya que éstos serán condicionantes a la hora de tomar una decisión acertada. Su objetivo es resguardarnos de la lluvia o del sol, por lo que tendremos que acertar en su elección y que sus materiales nos garanticen un mínimo de durabilidad si no queremos tener que estar cambiándolos cada cierto tiempo. De esta forma, podremos disfrutar de una agradable estancia mientras nos protegen de los factores climatológicos externos.


Para los que no disponen de un presupuesto holgado, nos será de gran utilidad y eficiencia este tipo de protecciones, ya que una pérgola puede resultar seguramente más costosa y voluminosa, o de lo contrario, una sombrilla podría no ofrecernos la estabilidad que andamos deseando, bien sea por la irregularidad del terreno o por su escaso peso.

En cuanto a su montaje, únicamente necesitaremos cuatro puntos de anclaje firmes y disponer de una lona de tela bien tensada del color o diseño que mas se adapte a nuestra decoración y gustos. Si por el contrario tenemos la oportunidad u opción de colocarlo cercano al edificio o pared, habremos ganado mucho, ya que podríamos aprovechar estas superficies para agarrar desde ahí dos de los cuatro puntos de agarre de sus extremos. También son muy habituales los sistemas que sirven de anclaje y soporte para éstos, aplicándose en posición horizontal con la pared y ofreciéndonos la posibilidad de abatimiento gracias a sus mecanismos y brazos extensibles.

Sobre la elección del tejido, primero mediremos la zona a proteger y calcularemos la cantidad de tela que necesitamos. Una vez determinado esto, acudiremos con nuestras medidas a un local especializado en toldos, y de ahí, nos mostrarán la infinidad de materiales y colores que se pueden emplear. Uno de los materiales más empleados es la lona acrílica un elemento que resiste bastante bien los desgastes que provoca la lluvia y los rayos del sol. A modo de sugerencia informativa, los toldos con tonalidades más claras, están demostrados que suelen durar menos que los colores como el azul o verde. Tendremos que tenerlo en cuenta y contemplar la posibilidad de adquirirlos con esta tonalidad siempre y cuando mantengan la línea decorativa del jardín.

Los sistemas de accionamiento pueden ser de dos tipos distintos: manual y automático. Si nos decantamos por emplear el manual, necesitaremos de la ayuda de una manivela para poder realizar la función de recogerlo o expandirlo. O si de los contrario deseásemos una mayor comodidad, podremos automatizarlos, y simplemente accionando el botón de un mando a distancia o un interruptor situado en alguna pared, podremos abrirlos o recogerlos a nuestro antojo y sin el más mínimo esfuerzo.

La limpieza de éstos no es muy complicada pero habrá que tomar una serie de precauciones y consejos para preservar su estado. Los toldos se han de limpiar con cierta periodicidad y emplearemos exclusivamente agua con jabón neutro y aire a presión. Si existe alguna mancha que no sale, podremos aplicar algunas gotas de amoniaco, pero nada más. En cuanto a sus piezas metálicas, con un trapo húmedo lo tendremos todo solucionado y cada cierto tiempo las engrasaremos para que no se pase.

Sobre el autor

Nilda Nora

Soy Nilda Nora y me gusta escribir sobre decoración de interiores. Si quieren contactarme o tienen alguna consulta que hacerme, aquí debajo tienen mis redes sociales.

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