Un gran número de novelas e historias de los siglos 18 y 19 a menudo retratan a las mujeres como seres alocados e irracionales, bajo lo que se conoció como “la literatura de mujeres locas”. Sin embargo, la medicina moderna ahuyenta este atributo «alocado». Debido a que las hormonas de las mujeres son más sensitivas y susceptibles al cambio que las de los hombres, más atención es dada a la salud femenina. La menstruación, la menopausia, las modulaciones de fase, la perimenopausia… -estos son todas partes inherentes de temas de salud generales relacionados con mujeres. Además de ser parte de la salud femenina, estos fenómenos son causados por una cosa: Los cambios hormonales. Las hormonas son inconstantes, cambian con la variación más leve en los regímenes nutricionales o la actividad física. Algunas veces aun las agitaciones emocionales son suficiente para hacer que las hormonas de las mujeres se enloquezcan. Los investigadores en la salud femenina han realizado estudios sobre la relación entre el bienestar emocional/psicológico y la salud física. La mayoría de las veces, las hormonas son los enlaces establecidos entre esta relación.
Los desequilibrios hormonales son los culpables usuales de varios desórdenes de salud en las mujeres. Aunque una cierta cantidad de los síntomas son asociados con otras enfermedades, su raíz continúa siendo las hormonas desequilibradas. Variados como son los temas de la salud general, van desde manifestaciones físicas hasta los problemas psicológicos y emocionales. Las manifestaciones físicas de los desequilibrios hormonales incluyen ganancia de fatiga, de debilidad, de peso, pérdida de peso, problemas digestivos, accesos repentinos de calor y dolor en las articulaciones. También existen otros síntomas más pronunciados y menos insidiosos como la pérdida de pelo y la piel seca. Desafortunadamente, con las demandas de la vida laboral y familiar, las mujeres a menudo ignoran estos síntomas debido al excedente de trabajo y el cansancio total. Algunas tratan de aliviar sus síntomas con remedios y descansos, que no funcionan. Los desequilibrios hormonales necesitan atención médica y de suplementos hormonales que los traten correctamente. De otra manera, los síntomas crecen y empeoran con palpitaciones del corazón, náusea aumentada, disfunción urinaria, dolor del pecho, y sequedad vaginal. Los casos extremos incluyen cambios en los períodos menstruales, con periodos extendidos con sangrado o total sequedad.
Aunque los síntomas y las condiciones descriptas arriba le parezcan lo suficientemente malas, son simplemente el aspecto de reconocimiento médico de los desequilibrios hormonales. Usualmente surgiendo como manifestaciones de otros desórdenes psicológicos, los aspectos psico-emocionales de estos desequilibrios son a menudo disruptivo. Existen casos documentados en donde las personas acongojadas confiesan ser incapaces de funcionar en su nivel de normalidad por los síntomas. Una cierta cantidad de los síntomas menores incluyen antojos y bruscos cambios de ánimo. Sin embargo, si los síntomas no reciben tratamiento, progresan hacia las peores condiciones como la falta de deseo sexual, depresión, insomnio, y razonamiento poco claro. No es de extrañar que los temas generales de salud y las preocupaciones acerca de las mujeres a menudo llevan a los ejercicios.
Pero estos desequilibrios no son aflicciones permanentes. Con el régimen correcto, ejercicio, suplementos, y recibiendo consejo, una mujer puede recuperar el equilibrio de sus hormonas. Sin embargo, la anterior detección es un factor crucial para tratar desequilibrios hormonales. Es por consiguiente importante no descartar los síntomas. Los desequilibrios hormonales no son simplemente temas, son reales, y le ocurren a más mujeres cada día.