Cuidados de los antiguos relojes de pié

El tiempo no espera a nadie. El reloj de pie de la casa de mis padres se mantuvo en la esquina del comedor desde que se casaron. Esta antigüedad fue una oferta que 5 libras esterlinas en una subasta cuando compraron la casa. Cerca de 60 años más tarde, este reloj de pie sigue siendo una parte amada de la familia. Cuando lo compraron, era una pila de piezas en el piso de la casa de subasta, pero mi padre le hizo algunas reparaciones y pudo hacerlo funcionar. Recuerdo haber utilizado la hendidura de detrás del reloj para jugar a las escondidas (hasta que fui demasiado grande) y recuerdo cómo escondía la bolsa de mano de mi abuela en el estuche para que no pudiera irse de casa. Su gentil tic tac ha sido un confort en varias ocasiones, particularmente cuando quise dormir. Su inconfundible chimenea me ha dejado ver el tiempo sin tener que molestar a nadie. Los hijos y nietos han contemplado al péndulo y han visto al abuelo realizar la ceremonia de cotejar los pesos cada semana, precisamente el sábado a las 7.25 a.m.. Esta era la única hora en la mañana en que la llave podría entrar en el llavero y en la cara del reloj, porque solamente era en esa hora en que las manecillas estaban en el lugar indicado.

El reloj de pie ha tenido sus momentos. Los mecanismos se han vuelto temperamentales con la edad y han necesitado reparaciones varias veces. Cuando mis padres se mudaron hace 20 años, el reloj de pie se fue con ellos. Decidieron limpiarlo y restaurarlo. El especialista que vino a verlo estaba intrigado porque el caso era «moderno» (recuerde que esta es una antigüedad y probablemente date de antes del siglo XX). Estaba suficientemente interesado como para tomar una fotografía en el momento y mandarla al Museo Británico. La respuesta del museo fue verdaderamente sorpresiva. Nuestro reloj amado realmente no era de pie. Había empezado como un reloj de pared, uno verdaderamente grande.

El fabricante de nuestro reloj fue un hombre de Dinamarca llamado A. Fromanteel, aunque no sabemos cuál, si el padre que vino a Inglaterra en 1620 y desarrolló el reloj de péndulo en 1658 o el hijo. A través de la Internet pudimos encontrar que la familia de inventores fue innovadora y fue la primera en producir un reloj que fuera preciso y al que no lo afecte el clima. Cada reloj que construían tenía alguna nueva incorporación. Nuestro propio reloj tiene un movimiento de pilar, aunque el mecanismo que dicta la fecha ya no funciona.

¿Esta información nos ha cambiado de alguna manera? No. Para nosotros sigue siendo el reloj de pie de nuestra niñez, un confortante recordatorio de los momentos felices de la vida y de que el tiempo continúa.