La fobia social tiene una tendencia a comenzar durante la adolescencia, pero puede desarrollarse mucho más temprano. La aparición de la fobia social durante los años formativos puede tener un efecto devastador en el desarrollo social de un niño.
Si no se trata puede traer serios problemas psicológicos más adelante, como inadaptación, agorafobia, depresión o incluso suicidio.
Síntomas de la fobia social
Los síntomas de excesiva timidez y de excesiva autoconciencia son relativamente fáciles de ubicar. Si el niño habla muy suavemente y dice poco o evita el contacto visual es probable que sea tímido.
También pueden ser un signo los llantos sostenidos y las rabietas. O si intentan evitar la participación en clase. O quizás finja enfermedad para poder evitar tener que ir al colegio.
Si pasan la mayor parte del tiempo solos en el arenero y no se unen a los demás, o si pasan mucho tiempo solos en su habitación, existe una gran posibilidad que padezcan de fobia social.
Lo que podemos hacer para ayudar al niño
Los niños con fobia social suelen sentirse ansiosos e incómodos en situaciones sociales. Como resultado, pueden evitar las actividades sociales y pasar la mayor parte del tiempo en casa. Esto puede provocar problemas como la soledad y el aburrimiento.
Los niños con fobia social necesitan apoyo y estímulo para participar en actividades sociales. Los padres pueden ayudar dando un buen ejemplo y proporcionando un refuerzo positivo.
Es importante no desoír la ansiedad de su hijo diciéndole simplemente que ya se le pasará. Por fortuna, existen muchas cosas que tanto los padres, los maestros y la familia pueden realizar para apoyar al niño que padece ansiedad social.
Lo más importante es alentarlo gentilmente para que se sienta más cómodo en aquellas situaciones a las que teme de a poco, nunca hay que forzarlo demasiado.
Los padres pueden compartir con sus hijos ejemplos de situaciones en las que sintieron ansiedad social. De esta manera el niño se sentirá apoyado y sabrá que no es el único que se siente como se siente.
Los padres también pueden hacer esfuerzos conscientes para fortalecer la autoestima del niño, felicitándolo siempre que sea pertinente y siendo abiertamente afectuosos.
Es importante que los maestros sean conscientes y no hagan nada para avergonzar o humillar a su hijo y que insista en crear un ambiente libre de humillación en el aula de clases.
Pueden estimular la amistad entre un niño tímido y uno más desenvuelto. También puede premiar cada pequeño paso adelante que da el niño con ansiedad social al participar en clase, haciendo gradualmente que tenga que dar más de sí para ganarse las felicitaciones.
Ayudando a su hijo a participar en actividades sociales
Ayudar a un niño con fobia social a participar en actividades sociales puede ser una tarea difícil, pero es importante para el desarrollo del niño.
He aquí algunos consejos para ayudar a un niño con fobia social:
1. Empiece poco a poco. No espere que el niño participe en grandes actividades sociales de inmediato. Empiece con eventos más pequeños y vaya subiendo.
2. Ayude al niño a prepararse. Antes del evento, ayude al niño a prepararse repasando lo que ocurrirá y lo que tendrá que hacer.
3. Anímelo. Apoye y anime al niño durante todo el evento. Hágale saber que está orgulloso de él por haberse esforzado al máximo.
Es importante recordar que ayudar a un niño con fobia social puede ser una tarea difícil. Estos consejos deben servir como punto de partida, y es posible que tenga que experimentar para encontrar lo que mejor funciona para su hijo.
Con paciencia y perseverancia, podrá ayudar a su hijo a superar su fobia social y a participar en actividades sociales.
La importancia de la ayuda
Los beneficios de que los niños con fobia social tengan ayuda y puedan participar en actividades sociales son muchos. El beneficio número uno es que los niños se sienten mejor consigo mismos.
Aprenden que no están solos en sus luchas y que hay gente que quiere ayudarles. También aprenden a interactuar con los demás de forma positiva, lo que les ayudará en sus futuras relaciones.
Otro beneficio es que los niños con fobia social aprenden a tener más confianza en sí mismos. Se dan cuenta de que hay otras personas que tienen las mismas cuestiones y problemas que ellos, lo que puede hacer que les resulte más fácil enfrentarse a sus propias luchas y problemas.
Esto les ayuda a sentirse menos aislados de los demás, y empezarán a desarrollar amistades y relaciones con los que les rodean.
Reflexiones finales
La fobia social es una condición de salud mental que puede conducir a un miedo intenso a las interacciones sociales. Los niños que padecen esta afección pueden evitar la escuela, rechazar las invitaciones de sus amigos y mostrarse reacios a jugar al aire libre.
Este artículo le ayudará a comprender lo que sufren los niños con fobia social explorando la etapa de desarrollo en la que se encuentran, así como a ofrecer algunos recursos para los padres que buscan opciones de tratamiento.
Si su hijo ha sido diagnosticado de ansiedad social o de otra forma de trastorno de estrés infantil como la ansiedad por separación, la depresión o el TDAH, es importante que reciba la atención adecuada para que pueda vivir su vida felizmente y sin limitaciones.
Aunque la fobia social es uno de los trastornos de ansiedad más comunes, todavía no es bien comprendida por mucha gente. Es probable que esto se deba a que suele comenzar en la infancia y puede continuar en la edad adulta si no se trata.
Tengo un niño de ocho años que no desea salir de casa, al leer este tema me preocupo por él, es hijo único y solo estamos los tres: mi esposo yo y él. Muchas veces le pido que si desea estudiar algo o aprender algo diferente, pero siempre se niega. Mis amigas me dicen que debo darle un hermanito, pero ya tengo 45 años asi que me es difícil,siempre he conversado con él pero solo me acompaña si regresamos pronto. O quizá sea solo transitorio y no debo preocuparme?¿Habrá otras formas de que sea más sociable?. Su profesora me dijo que actúa como un niño amanerado. Pero en que se basará la profesora el haberme dicho eso? ¿El en casa es tranquilo, obediente, como todo niño tiene algunas rabietas pero luego pide disculpas, y siempre me corrige cuando le digo amigos a sus compañeros a lo que él me dice que el no tiene amigos Sólo me animo a creer que debo seguir insistiendo o qué debo hacer? ¿Me pueden aconsejar?