La privacidad y el refugio son dos aspectos importantes de cualquier jardín. El último generalmente es un problema en los jardines que están expuestos a los vientos fríos regulares. Ambos puntos son importantes no sólo para el jardín mismo, sino también para las plantas.
Las plantas jóvenes pueden ser dañadas por los vientos fríos y demasiado movimiento puede causar que se dañen las raíces. A pesar de que la privacidad y el refugio pueden ser proveídos por los árboles y los arbustos, las vallas también son una parte importante de cualquier jardín. La elección de colocar vallas no debe tomarse con ligereza, ya que consideraciones serias deben hacerse acerca de su apariencia y construcción.
La fuerza es algo muy importante. Una valla solamente es tan fuerte como lo sean sus soportes. La mayoría de las vallas tienen postes fuertes, usualmente con una superficie de 10 a 15 cm². Algunas veces se ponen postes de concreto que son extremadamente fuertes. La fuerza de la madera también depende de la prevención de la podredumbre, y a menos que se utilice cemento (excepto para los postes), toda la madera debería ser tratada con un preservativo. Se puede usar creosota, aunque debe permitirse que remoje en la madera por varias semanas antes de que se apliquen plantas en contra de ella. A menos que se haga esto, se corre el serio peligro de que los tallos y las hojas se quemen. Un tratamiento más seguro consiste en la utilización de naftenato de cobre, como los grados verdes, horticulturales de Cuprinol o Solignum.
Tipos de vallas.
Los más populares utilizados pueden ser comprados como unidades o paneles. Usualmente son de 1,5 a 1,8 metros de largo con alturas que van de 90 centímetros a 1,8 metros. Una valla cerrada de madera es, como su nombre lo implica, un diseño que consiste en tiras derechas y horizontales de madera, algunas de 15 centímetros de ancho y 2 centímetros de grueso. Las tiras son clavadas en dos o más rieles de soporte en la parte de atrás del panel. Ellas proveen privacidad y protección contra el viento.
Las vallas contra el clima consisten en tiras con formas de cuña hechas de madera, con uno o 2 centímetros de ancho en una de los ejes, afilándose hasta 1 centímetro en el otro. Cada tira supera a la próxima en alrededor de 2 centímetro. La ventaja de este diseño es que virtualmente es a prueba de mirones.
Las vallas enrejadas sirven como soporte para las plantas trepadoras. No son un diseño fuerte pero pueden ser utilizadas como un buen efecto para cubrir paredes que no estén a la vista o como una parte adicional del diseño de otra valla. Generalmente consisten de listones de madera de 2,5 x 1,5 centímetros de grueso, agarrados unos contra otros de manera vertical y horizontal para formar cuadrados de 15 a 20 centímetros. Los listones son agarrados a un marco más sustancial de 2,5 a 3 centímetros de madera cuadrada.
Uno de los avances últimos en la producción de vallas es la venta de juegos que son tan complementarios en su construcción que hasta una persona sin habilidades puede lograr los paneles sin ninguna complicación. Con estos juegos han venido las nuevas ideas en el diseño, y muchos han sido hechos en diseños contemporáneos. Esto es específicamente útil donde los efectos gruesos son requeridos en la construcción de los patios. Muchas propiedades ultramodernas son utilizadas para construir y esta apariencia avanzada puede ser bienvenida por los dueños.
Las vallas también pueden ser puestas en la forma de eslabones de cadenas o redes de pescar. La mejor calidad está galvanizada pesadamente para poder soportar los problemas del clima. Una innovación reciente es la cobertura plástica de cada eslabón de la cadena sobre el alambre galvanizado. Los colores estándar son el verde oscuro, el negro, el blanco, el amarillo y el verde claro.
