1. Piense en el proyecto como si fuera una nueva dieta.
¿ No desea cualquiera perder al menos 2 kilos? Esta es una manera de hacerlo. Recorriendo negocios día y noche, manteniendo reuniones con los constructores, inspeccionando el trabajo realizado, investigando todo el mundo occidental en búsqueda del artefacto de instalación correcto para luz, ¿ Quién tendría tiempo para comer?
Suponiendo que no saboteara esta novedosa y poco ortodoxa dieta al pasar por Mcdonalds, está garantizado que usted perderá esos kilos de más. Si es del tipo de persona masoquista que hace parte del trabajo usted misma -ya sea pintar, colocar las tejas, arreglar el jardín– puede contar en perder al menos otros 2 o 5 kilos. ¡Solo piénselo!, podrá ser miserable, estar frustrada, exhausta, cínica al extremo sobre la bondad de la humanidad, ¡Pero sus jeans le quedarán perfecto!
2) Escriba sus cheques como si fuera un ejercicio aeróbico
Este tipo de ejercicio es ideal para tonificar la muñeca y los dedos. Generalmente escritos en un frenesí al salir corriendo de su casa a la mañana con los constructores respirándole en la nuca a la vez que sus chicos juegan a la guerra con las viandas que usted acaba de prepararles, el estrés y la actividad sobre- concentrada le acelerarán la pulsión cardiaca por lo menos por una hora. Refunfuñar por lo bajo que su plomero, electricista, o quién sea, no merece en realidad tanta plata solo agrega mayor intensidad y cantidad de caloría quemada a este régimen de ejercicio poco publicitado.
3) Ahorre dinero al agotarse de tanto comprar
Si, hasta el comprador más compulsivo puede llegar a temer volver a pisar un negocio. Esta aflicción puede comenzar inocentemente al estar usted buscando lamparitas. ¿ Qué tan difícil puede ser eso? ¡ Dificilísimo! La luz que usted quiere no será importada desde Yugoslavia hasta que su hijo más joven esté en edad de mudarse solo o simplemente no encontrará la que quiere. Recorrerá todos los negocios eléctricos que conoce. Rondará todas las ferreterías. A eso le seguirán los arreglos de plomería: Lavamanos, canillas, terminaciones, órdenes especiales. ¿ Para qué sirve todo esto? Y ni hablar del costo. Parecería que está decorando el palacio para un dictador del tercer mundo retirado.
Claro, y todavía falta la alfombra, los azulejos, el parqué, las escaleras, el apartadero, las ventanas. ¡Ya basta!, creías que era tan fácil como elegir las mentitas y la mesa de dulces para tu boda.
Después de visitar Easy por milésima vez, y de hacer centenares de viajes en busca de ítems que no deberían contar como “ir de compras” ( tapas de inodoro, por ejemplo), ya no querrás saber nada más al respecto. Tus amistades no lograrán sobornarte para ir a ver la última oferta en Falabella. Para ti será mucho más divertido escoger hacer cosas “divertidas” como pintar, empapelar la pared, colgar cortinas, acomodar los muebles.
Llegado este punto, la presión de hacer que su hogar parezca cualquier cosa menos un laberinto de ratas desértico contrarrestará cualquier placer que puede conllevar ir de compras.
Gastar tanto dinero jamás había sido una experiencia tan miserable. Como resultante, una vez que su hogar esté al menos un poco más presentable se rehusará a ir de compras – incluso al almacén- por al menos seis meses. El dinero que usted ahorrará durante el paréntesis en las compras será suficiente para que cuando reincida en este hobby que en un pasado fue placentero, lo haga sin culpas.
4) Impresione a sus amigos con datos desconocidos
Sólo alguien que ha construido o remodelado su hogar podría explicar la dinámica de los fluidos en el remolino de agua de un inodoro que funciona correctamente. O citar al Código Internacional de Construcción que establece no más de 1.8 mts entre salidas de enchufes. O alardear que las ventanas con triple glaseado serán la posta en el futuro en lo que respecta a la tecnología que emite luz. ¿ Entiende a qué me refiero?
5) Siéntase orgulloso en sus nuevas capacidades creativas.
Descubrirá un lado creativo que jamás supo que existía. Por ejemplo, cómo lavar los platos en la bañera. Y cómo hacer una cena completa para una familia de cuatro sin usar más que la tostadora y un plato caliente. O cómo hacer que una familia entera quepa en una casa más pequeña que su primer departamento. Por algo se dirá que la necesidad es la madre de la invención. Esto es probablemente cierto, pero también creo que lo único que separa una vida moderna de una vanguardista es un buen proyecto de remodelación de baño o cocina.
6) Grítele a alguien que no sea sus hijos- y no se sienta culpable.
Seamos honestos, como una mujer moderna tratando de mantener nuestros hogares funcionando, posiblemente un trabajo, y los sueños de nuestros hijos de participar en los equipos Olímpicos, existe una necesidad primordial de gritar. A alguien. A cualquiera. Frecuentemente nuestro esposo y niños sufren de esta necesidad nuestra de liberar energía negativa acumulada por pequeños hechos, como por ejemplo, que un ser humano pequeño ha dejado sus zapatillas con olor a pata sobre la mesa de la cocina. (Bueno, talvez ese caso amerite un par de gritos. ¡Es la mesa en la que comemos!). Pero al remodelar la casa, existe una amplia gama de personajes. Y créame, son personajes, que merecen una buena reprimenda de vez en cuando. Como cuando te informan que sacaron el hogar porque no quedaba bien. O cuando te muestran un error cometido hace 3 semanas que para repararlo ahora es necesario comenzar desde cero. Gritar no es un acto de inmadurez ni el resultado de demasiado estrógeno, es terapia.
7) Tire las cosas viejas de su esposo que conserva de sus días de soltería.
Sabe a qué me refiero. Podría ser el póster nudista que se niega a tirar. O su colección de latas de cervezas exóticas. O sus revistas deportivas llenas de humedad. Es el momento perfecto para deshacerse de semejantes cosas. Si deben mudarse de su casa mientras el remodelamiento toma lugar, o se están mudando a un nuevo hogar, es el momento idóneo. Sólo hace falta decir que no entrará en la casa alquilada. Tendrá que elegir entre esto y sus bates de golf. Recuérdale sutilmente que guardar tales fósiles sentimentales no es más que un recordatorio de su avanzada edad. Cualquier pretexto. Tirelo a la basura. Será una de las cosas positivas que podrá recordar cuando el estrés de la remodelación le hagan sentir que este proyecto fue el error más grande que pudo cometer.
8) Acérquese más a su familia compartiendo obligatoriamente el baño.
Se dice que la ausencia vuelve más cercano al corazón. Talvez ese sabio refrán debería haber compartido un baño tamaño placard con tres hijos y un esposo. En realidad, no hay mejor manera de fortalecer la intimidad en una familia que tratando a la mañana de prepararse para salir simultáneamente en un espacio de 2×1. Aprenderá nuevas y excitantes particularidades sobre sus hijos- como que el papel higiénico es opcional para los niños. Descubrirá que no hay mejor modo de fortalecer el vinculo con su familia que cuando se lavan simultáneamente los dientes. Entenderá porque las generaciones anteriores en su familia elegían lavarse el pelo una vez a la semana en vez de compartir comunalmente el baño. Pero lo mas importante es que no tendrá que gritarle a sus hijos que se apuren para llegar al colegio, estarán parados al lado suyo.
9) Acumule millas de viaje con todas sus compras.
Admitimos ( con un poco de vergüenza) que este es el único consejo práctico de supervivencia de la lista: Consiga una tarjeta para acumular millas de avión. Cargue en ella todo lo que compre- lamparitas, repuestos de plomería, ventanas, puertas, maderas, alfombras. Estará cerca de un viaje con sólo cargar lo gastado en ventanas. Si decide compartir sus millas con otro miembro de la familia o escapar sola a un retiro espiritual y, preferentemente, a un bar abierto, es una decisión enteramente suya.
10) Contrate unos obreros con pinta y siéntase como si tuviera 15 años otra vez.
O sea, los hombres tienen toda una cadena de restaurantes y bares que su principal atracción reside en mozas pechugonas con remeras ajustadas. ¿ Porque nosotras las mujeres no podemos tener algo con lo cual regodearnos visualmente de vez en cuando? Además, es una herramienta productiva. Se sentirá mucho más inclinada a inspeccionar el trabajo o tener reuniones con el arquitectos si se encuentran presentes un grupo de jóvenes carilindos con un cuerpo bien trabajado- especialmente si es en verano, cuando las remeras pasan a ser una opción. Por ejemplo, una vez contratamos un grupo de aspirantes a modelos para construir el techo de una casa que hicimos. Mi esposo los llamaba “los Techeros Pastel de Carne”. Fueron la sensación en el vecindario ese verano. Debo admitir que hizo mucho más interesante pasar por la casa a la madrugada para revisar que todo estuviera en orden…¡Por no decir mucho más divertido!
Por último, recuerde: Los resultados finales de su nueva casa harán que haya valido la pena el proceso. Además, piense en todas las anécdotas que tendrá para contar!