El crecimiento de los dientes puede ser una experiencia muy frustrante tanto para los bebés como para los padres. Los padres odian saber que su bebé está sufriendo.
En este artículo esperamos poder ayudarlo para que sepa qué hacer cuando a su bebé le comiencen a crecer los dientes.
¿Cuánto dura este proceso?
Típicamente, los primeros dientes en aparecer son los dos dientes frontales de abajo. Son los incisivos centrales. Dentro de las 4 y 8 semanas, los cuatro dientes frontales superiores de su bebé comenzarán a presionar sus encías. Son los incisivos centrales y laterales.
Luego de un mes, los incisivos laterales inferiores le comenzarán a crecer. Son los dos dientes que se encuentran a los lados de los dientes frontales inferiores. Luego vendrán los molares.
Los dientes
traseros que su bebé usará para moler la comida. Últimos pero igual de importantes, los colmillos de su bebé comenzarán a asomarse. Son esos dientes puntiagudos de la mandíbula superior. Para el cumpleaños número tres de su hijo, tendrá aproximadamente 20 dientes de leche.
En algunos raros casos, un bebé puede nacer con uno o dos dientes o que le comiencen a crecer apenas unas semanas después del nacimiento. No hay razones para preocuparse si esto ocurre, salvo que el diente se encuentre flojo y pueda atragantar al bebé.
¿Qué le sucede a su bebe cuando le crecen los dientes?
Cuando a su bebé le comiencen a crecer los dientes, notará que babeará más y querrá morder las cosas constantemente.
Algunos bebés no experimentan ningún dolor mientras crecen sus dientes, y otros pueden estar irritables y malhumorados por semanas.
Algunos bebés experimentan episodios de llanto, negación a comer, y problemas de sueño. Si su bebé se encuentra muy irritable, llame a su doctor para ver cuál puede ser el problema.
Síntomas comunes
En un niño que goza de buena salud, que ha sido propiamente alimentado y amamantado sólo por su madre, los síntomas serán suaves y el manejo del infante será simple y fácil.
Síntomas: los síntomas de una dentadura natural son el aumento del flujo de la saliva, con un poco de hinchazón y calor en las encías y un ocasional sonrojamiento de las mejillas.
El niño frecuentemente introduce sus dedos, o cualquier cosa que tenga a su alcance, en su boca. Aumenta su sed, y pide el seno con más frecuencia aunque, por el estado tierno de sus encías, por períodos más cortos que lo habitual. Se vuelve inquieto y le cuesta descansar, puede sufrir llantos momentáneos y puede despertarse con más facilidad, teniendo una tendencia a vomitar y una fragilidad de los intestinos en general. Esto es muy común.
Muchos de estos síntomas preceden la aparición de los dientes por varias semanas, e indican lo que se conoce como la "crianza de dientes". En estos casos, los síntomas desaparecen en unos días, y vuelven a aparecer cuando los dientes se acercan a la superficie de las encías.
Tratamiento
El manejo del infante en este caso es muy simple, y no requiere de la intervención de un médico. Se necesita exponer al niño al aire libre y darle un buen ejercicio: sus intestinos pueden mantenerse libres con un poco de aceite de castor, y debe tratar de relajarlo lo más posible.
Debe lavarlo con esponja y agua fría a diario, y debe frotar la superficie del cuerpo con cuidado por la piel delicada del niño. Se le debe dar el seno con frecuencia, pero no por mucho tiempo.
Debe satisfacer su sed, sus encías deben mantenerse húmedas y relajadas, y su irritación debe ser tratada, sin cargar al estómago con demasiado alimento. La madre debe además, en este punto, atender su propia salud y dieta y evitar cualquier estimulante en forma de comida o bebida.
Al momento en que empieza la dentición, se puede aplicar un poco de presión en las encías para poder sacarle el dolor al niño. Para este propósito, se puede usar un poco de coral o una pieza de raíz de lirio o un poco de raíz de regaliz raspada.
Un anillo plano de marfil es mucho más seguro y mejor, ya que no hay riesgo de que pueda meterse dentro de los ojos o la nariz. Con un poco de fricción gentil en las encías podrá complacer al infante, y si se encuentra que puede curar la irritación, debe ser un recurso utilizado con frecuencia.
En Francia, es muy común usar ciertas raíces de regaliz untadas en miel o en azúcar; mientras que en Alemania, una pequeña bolsa con una mezcla de azúcar y especias se le da al infante para que chupe, cuando se sienta mal por sus dientes. El uso constante, sin embargo, de algún ingrediente dulce o estimulante puede herir el estómago, así que trátelo con cuidado.